El Ministerio de Educación ha confirmado que los estudiantes peruanos regresarán a clases presenciales durante el mes de marzo. El anuncio ha causado distintas opiniones de expertos, debido a los retos pendientes en este sector. El exministro de Educación, Daniel Alfaro, considera urgente implementar una agenda que contemple la calidad de infraestructura, las condiciones biosanitarias adecuadas, la inclusión de un nuevo currículum escolar pensado en los cambios educativos vividos en este período post pandémico, entre otros aspectos.

Hasta el momento, el gobierno peruano ha publicado un paquete de normas legales, cuya finalidad es el retorno seguro a clases presenciales, tanto para alumnos como para maestros y padres de familia. Sin embargo, aún quedan muchos retos por afrontar en esta temporada que aún persiste la Covid-19.

Uno de los principales es el relacionado con la infraestructura educativa, sostiene el exministro Alfaro, ya que muchos colegios en siete regiones de nuestro país apenas superan el 30% de infraestructura habilitada; y, en Lima, este porcentaje no llega ni al 2%, y por si fuera poco, de acuerdo al Plan Nacional de Instituciones Educativas al 2025, a nivel nacional dos tercios de los locales educativos tienen inadecuado acceso a agua potable y saneamiento.

Por otra parte, es importante incluir las tecnologías de la información durante la educación básica, ya que han demostrado ser muy útiles durante la pandemia. De acuerdo con la investigación del Área de Investigación e Incidencia de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la PUCP, en el 2020 nueve de cada diez docentes de educación básica regular tenían una computadora o laptop en casa. Asimismo, el 60 % de maestros no tenía conexión a internet en zonas rurales. Igualmente, el 70 % de los docentes no recibió capacitación para el uso de las TIC, lo que limitó muchísimo la capacidad de dictar clases de forma integral. Asimismo, más del 90 % de locales educativos necesita un adecuado acceso a tecnología e internet, mientras que el 48% necesita implementar estos servicios.

Recientemente el ministro de Educación, Rosendo Serna, indicó que para este año se están implementando mejoras en el sistema de conectividad, que incluye internet satelital, con el fin de avanzar en el cierre de la brecha digital.

Otro de los desafíos para el retorno seguro a clases es el relacionado con la vacunación contra la Covid-19. Según Serna, el 94.7 % de maestros, auxiliares y personal administrativo está vacunado con las dos dosis contra la Covid-19; y el 58.4 % ha recibido las tres dosis. No obstante, el porcentaje de niños y niñas vacunados en edad escolar, de 5 a 11 años, es de 54,70 % y un promedio del 30 % ya ha recibido las dos dosis. Aunque aún son cifras bastante bajas.

El retorno a la presencialidad incluye también implementar un plan de atención de salud mental. De acuerdo con el Seguro Social de Salud (EsSalud), al menos el 50 % de las familias en el contexto de la pandemia tuvieron conflictos familiares, problemas de conducta, irritabilidad e incluso violencia. Al respecto, los expertos recomiendan que las instituciones educativas brinden la atención necesaria y especializada que los alumnos necesitan.

El estudio ‘La salud mental de niñas, niños y adolescentes en el contexto de la Covid-19’, elaborado por el Ministerio de Salud, detectó que 1 de cada 3 niños y adolescentes presentaron problemas emocionales y de conducta. Asimismo, poco más de la mitad de los bebés menores de dos años (56.6 %) presentaron afectaciones en su salud mental; y el 15.6 % tuvo problemas de irritabilidad.

Ante ese problema, el Banco Mundial y Unicef recomiendan que para hacer posible el regreso a clases presenciales de manera segura deben trabajar en conjunto el Estado, la sociedad civil y los centros educativos.